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Ingredientes:
masa
quebrada fresca (en el Lidl)
arándanos
Estiramos
la masa, ponemos el molde boca a bajo sobre la masa, con un cuchillo cortamos
alrededor del molde pero dejando que sobresalga un centímetro más o menos de
masa alrededor del molde.
Le
damos la vuelta y con las manos vamos acomodando la masa a las paredes del
molde. Pinchamos la base con un tenedor. Ponemos papel de hornear cubriendo la
masa y encima garbanzos secos para que haga peso y no se infle al hornear.
Repetimos
así hasta terminar la masa.
Precalentamos
el horno a 180ºC.
Pondremos
los moldes en una bandeja de horno y metemos hasta que veamos que están
dorados. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla, guardamos los garbanzos
ya que nos pueden servir para otras ocasiones.
Crema blanca
1/2
litro de leche
1
huevos
40 gr
Maizena (o harina)
150 gr
de azúcar
1
sobre de azúcar avainillada
1
corteza de limón
Cocer
la leche con la corteza de limón.
En un
bol ponemos el azúcar, el azúcar avainillada, los huevos y mezclamos, agregamos la
Maizena (o harina) tamizada, mezclar.
Sacamos la corteza de limón de la leche, y vertemos sobre la mezcla poco apoco removiendo.
Volver
a poner en el cazo y llevar al fuego, cocer a fuego medio-bajo sin dejar de
remover hasta que espese.
Debe
quedar una crema fina y sin grumos, apartar del fuego y dejar enfriar.
Para
que no se forme una capa tapamos el recipiente con film.
Y ya
esta lista para rellenar las tartaletas.
En
cuanto pongáis la crema poner las frutas que valláis a utilizar, si no la crema
se seca y después cuesta de poner.
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